martes, 1 de abril de 2008

Poema del Centenario




Hace hoy más de cien años,


de su gloriosa fundación,


el nacimiento, los albores,


de una gran institución.




Los míticos Forzosos de Almagro,


en su anterior denominación,


toman por nombre el de un santo,


preludio de una historia de pasión.




El padre Lorenzo Massa promueve,


con auténtico fervor un sentimiento genuino,


el de los Cuervos que en su honor,


veneran su noble destino.




Desde el fútbol amateur,


llegan señales de total devoción,


épicos modelos Santos del ayer,


del orgullo en su máxima expresión.




En la era profesional,


el primer éxito no tarda en llegar,


los Gauchos de Boedo logran conquistar,


su primer lauro oficial.




En la década del cuarenta,


sendos españoles llegan para dejar su huella,


receptores del cariño de la gente,


por su generosa y viril entrega.




Seis años más tarde,


El Ciclón vuelve a arrasar,


una trilogía extraordinaria lo enaltece,


leyendas excelsas del buen paladar.




La segunda conquista potencian,


una gira europea de gran repercusión,


embajadores del fútbol argentino son,


baluartes en el equipo campeón.




El del cincuenta y nueve es el tercer logro,


de la mano de su gran artillero,


bien secundado durante ese torneo,


por potencia y exquisitez en el juego.




Casi a comienzos de los sesenta,


Los Carasucias hacen su aparición,


habilidad, desenfado y atrevimiento,


son sus cartas de presentación.




Aparece en escena un gran equipo,


cuarto campeonato con todos los honores,


primeros en coronarse invictos,


los emblemáticos Matadores.




Llega la quinta y sexta corona,


en inédita sucesión,


majestuosa cosecha de títulos,


en un mismo año, doble consagración.




Un par de años después el séptimo palmar,


más el récord del máximo anotador de la historia,


con referentes apreciados en el juego,


que dejan gratos recuerdos en la memoria.




Se acercan horas difíciles,


complejas de superar,


de la pérdida de protagonismo,


de una profunda crisis institucional.




San Lorenzo pierde su casa,


y con ella parte de su identidad,


pero ni la pérdida de la categoría,


nos pudo amilanar.




Nuestra gente en cada encuentro,


gestó una revolución,


fiel creyente y seguidora,


en los confines del amor.




El plantel de Los Camboyanos,


mucho nos ha honrado,


una mística ha reinstalado,


la de haber vuelto a creer en los milagros.




Veintiún años pasaron,


desde la última obtención,


se erige nuevamente el templo,


llega el octavo grito de campeón.




Un nuevo siglo comienza,


y ya se vuelve a festejar,


un campeonato récord en puntos,


novena conquista nacional.




Es hora de salir de Copas,


de mayor roce internacional,


el club trasciende sus fronteras,


logra aún más prestigio mundial.




El décimo título deviene,


el año previo al Centenario,


un equipo que convicción tiene,


personalidad demuestra en cada paso.




Dignidad y prestigio abundan,


en esta señera institución,


San Lorenzo lleva en su sangre,


un destino de grandeza en su esplendor.




Arden nuestros corazones,


los colores azulgranas los hacen palpitar,


en un legado que por generaciones,


nos funden con quienes ya no están.




San Lorenzo de Almagro cumple cien años,


el canto de su gente define en su expresión,


arraigo, sentimiento, locura y pasión,




Unida está su hinchada,


la que siempre alienta desde el tablón,


fluyen los cien años de pasión,


entonando esta canción...




Soy de Boedo,Soy de Boedo, soyde Boedo, yo soy.

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